Federico era un pez dorado al cual le gustaba nadar. Él vivía con una familia muy humilde y trabajadora, él siempre vivía al lado de la ventana encima de una mesa mirando su jardín. Un día su familia decidió salir y se les olvido entrar a Federico y cerrar la ventana, pasaron horas y la familia nada que llegaba, Federico se asustó mucho porque ya había llegado la noche y él sabía que a esa hora pasaba una brisa muy fuerte, minutos después la brisa empezó a soplar tan fuerte pero tan fuerte que la ventana se cerró y con la vibración de la ventana la pecera se cayó de la mesa y se rompió y al romperse la pecera Federico quedo en el piso y se fue asfixiando porque se estaba quedando sin agua y dejando a su alrededor trozos de vidrio. Minutos después Federico murió porque se fue asfixiando, al llegar su familia encontraron los trozos de vidrio y a Federico muerto en un charco de agua junto a la mesa donde se encontraba.
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